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domingo, diciembre 23, 2007
Islander
Mientras por casualidad veía como se le caía un parlante en la espalda a Urbano Moraes y se me presentaba la visión de la bicicleta ergométrica como símbolo de la pos-modernidad del SXXI, pensaba en el viaje que voy a hacer, el sueño que hace tanto anhelaba. Esta decisión no ha sido sencilla dado que no solo ha sido el mero hecho de tener ganas sino además, dejar un trabajo y una vida atrás por un tiempo. En este lapso voy a intentar postear algo pero no prometo demasiado. Este viaje se trata de un recorrido por la costa Este de Montevideo enteramente a pie y con un bongo a cuestas. Voy a aprovechar esta pequeña bonanza económica que me permitirá vivir tres meses tranquilamente, y voy a intentar este recorrido para conocer de principio a fin esta parte de la franja costera. Se que no es una tarea fácil y por eso con llegar hasta Piriápolis me conformo. De última el pasaje de ahí hasta Rocha sale menos.