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martes, julio 11, 2006

El legado de Kurt Cobain.


La gente se mata. Pensemos por un rato en lo que puede pensar una persona para matarse. Porque su entorno siempre se sorprende cuando alguien se mata. Nunca nos damos cuenta que la persona a nuestro lado se quiere matar. No quiere estar mas ahí. En el Interior del pais se encuentran las mayores tazas de suicidio, en especial en los poblados pequeños. Es obvio entonces que el medio influye abundante.
Yo me declaro un bicho de ciudad. Me gusta el movimiento, el asfalto, las casas altas, los apartamentos, las mujeres, los ómnibus lleno de gente extraña a la que no tengo que saludar por nada en particular. Nada me obliga a hacerlo.
Por un rato, puedo imaginarme viviendo en un pueblo por 20 años. Un pueblo con forma de rectángulo de 7 cuadras por 5. Un almacén, una panadería, una ferretería, un bar para viejos nostálgicos, un local con tres maquinitas roba-plata. Todo esto en la parte céntrica. En ese local me veo con un par del grupo de 7 amigos. Dado que somos 30 varones de 20 y pico de años en todo el pueblo y unas 19 chicas, tener 7 como amigos esta bien. Dado que no hay una disquería, las bandas no tienen dónde venir a tocar y además somos 5 los que escuchamos rock, tenemos que viajar 47 km. para ver un toque o conseguir un disco.
Cuando viajamos siempre somos los mismos 5: Marco, Gonzalo, Maria Ines, Pao, y yo. Marco y Maria son novios. Gonzalo y Pao también. Imaginen las escenas que me veo obligado a ver en ese viaje. De todas maneras no me molesta demasiado porque no me queda otra. Solo con ellos puedo fumar porro y viajar un rato. Siempre es lo mismo. Fumar, viajar un poco, reírse uno del otro,  mencionarse la frase mágica “como aquella vez que…”, bajón, volvemos muertos de hambre y en silencio.
Una tarde abrí la ventana del cuarto y puse el “Nevermind” que recién había comprado en la ciudad. Lo escuché entero mientras miraba las casas, el viento llevándose la arena, el adorno del gallo que gira con el viento, el sol que se alterna con las nubes en un lento flash. Y los temas pasan, se esta acabando el disco de nuevo y yo mirando y pensando en el futuro desolador. Toda la vida allí. Permanezco una hora y media pensando en lo desgraciada que ha sido mi adolescencia luego de ver Wild On y el dinero tirado en la movida del consumo. Igual yo no se lo que es el consumo. No hay demasiado para consumir. Salgo a la calle de arena y piedras y miro hacia la cuadra principal: 7 cortas cuadras que me desploman el cerebro. Siento que ya no quiero estar allí pero tampoco tengo ánimos de irme a la mierda. Creo que voy a entrar a ver las cosas que hay en mi casa. Me dirijo hacia el dormitorio de mis padres donde esta el arma de la casa. Por supuesto que sé tirar, así que la tomé sin ninguna preocupación y me fui a mi cuarto. Puse “Polly” y me quede en silencio…Y acá estoy, sentado al lado de mi cuerpo destrozado y sumamente triste. Más triste que estando vivo. Me llenaron la cabeza con muertes felices, que el cielo, que otra vida, que no se qué!. Todo mentira. Con el mismo sentimiento que hace 2 minutos. Ahora ya está. (Termina “Polly”). No se cómo ese tipo puede estar vivo. 2 meses después Kurt Cobain es encontrado muerto.
Si…Creo que puedo comprender la situación. Igual no sabría como levantar a un amigo con ganas de matarse y espero que no me suceda nunca más.

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