Son esas que veo a diario luchando por mantener una sana relación con otra persona y no lo logran.
Son las que escriben para descargarse, para decirle al mundo que los hombres apestan.
Mariana Vilas Perez
El mundo está lleno de mujeres que buscan a ese hombre que las complete y Mariana es una de ellas. Es de las que tuvo tres novios antes de éste con el que está saliendo y los tres le hicieron una distinta: uno la engaño muchas veces; otro la dejó porque le dijo que no tenía buen culo y a él le gustaban con culo grande; el último le dijo que no estaba listo para tener una relación seria.
Éste tipo con el que está saliendo ahora, Gustavo, es muy bueno. Los amigos lo quieren mucho, todos dicen que es un crá. Es el favorito de la familia. Aunque sus padres no lo admitan, se siente en el aire. Son aires de triunfo los que se perciben cuando Gustavo entra en la vieja casa de sus padres en Reducto.
Mariana siente que debería valorar todo esto pero el sentimiento que la domina es monopólico: aburrimiento. No deja de pensar que con Gustavo la vida va a ser como la de todos los demás: ver películas en casa; salir con otras parejas con títulos profesionales obsesionadas con sus trabajos y con las normas sociales; ir a recitales de La Vela Puerca...lo normal.
A Gustavo le gusta el fútbol, el rock uruguayo de fácil digestión, la pizza con muzzarella y los autos. Trabaja en una casa de cambio y gana bastante bien. Es de esos que cree que el trabajo dignifica pero que a la vez victimiza, entonces no deja de decir frases como: "me gustaría ir pero tengo que trabajar todo el día"; "no me jodas! trabajo todo el día y me hacés trabajar ahora!" "Qué bueno lo tuyo! Uno laburando y vos de jodita al pedo" y asi podría seguir ad eternum.
Mariana es una chica sofisticada de 28 años. Su cuarto está empapelado de rayas blancas y negras estilo cebra. Escucha Best Coast, The Smiths y últimamente The National porque se copó con el disco "High Violet". Es una ciudadana del mundo. Le gusta quedarse en hostels, conocer gente de otros países y hablar de comidas de plato cuadrado. Antes de conocer a Gustavo, tuvo unas aventuras muy interesantes en el hostel de Valizas que terminaron en sexo en la playa. Mariana estudia psicología y sabe lo que le está pasando: está aburrida.
El aburrimiento es letal pero Mariana trata de darle una chance a Gustavo porque sabe que es de esos que nunca le va a hacer mal. Es de esos naturalmente buenos. Aunque uno nunca sabe lo que puede pasar en una sociedad plagada de doble personalidad. Todos tienen al menos dos personajes y Mariana lo sabe porque uno de sus personajes es el que interpreta con Gustavo: el de mujer que entiende.
Gustavo está bien con Mariana. Piensa que es inteligente y buena mina pero él no sabe que ella está aburrida. Es de esos tipos a los que hay que decirle las cosas porque sino no se dan por enterados. A Gustavo siempre lo dejaron porque aunque sus relaciones anteriores no daban para más, el seguía y seguía...como que algunos hombres prefieren pelear y pelear con tal de no terminar, estar un tiempo solos y empezar una nueva historia. Creo que el hombre teme más a la soledad que la mujer. Con Mariana no está sucediendo nada visible y ese es su defecto: no la conoce como para tratar de hacer algo.
Es que quizás no haya nada para hacer. Son demasiado diferentes. Parecería ser que esa historia de los polos opuestos no funciona en este caso.
El otro día nos juntamos con Mariana en el Bar Hipotálamo:
- ¿No sentís que cuando no estás haciendo nada, estás perdiendo el tiempo? ¿No sentís cómo un relojito mental con ruido a viejo que te hace tic tac cuando estás acostado mirando "Consentidas" por inercia? -
pregunta ella con su impulsividad característica -.
- No sé. No miro "Consentidas" - respondo bromeando sabiendo que no es ése el punto -.
- Ése no es el punto. El punto es cualquier programa de esos para pasar el rato y que no te dejan nada. El punto es jugar videojuegos. El punto es recorrer inútilmente tu muro de Facebook. Ése es el punto! La nada. Las cosas que no te dejan lo mínimo! Imagináte que hiciste todas esas actividades efímeras durante toda tu vida y al final cae un tipo que se hace llamar Supremo y te pregunta para qué viviste. Imagináte darte cuenta en ese momento que viviste solo para ser entretenido por otros. Un garrón, no?
- Pero, cada uno elige lo que quiere hacer, no?
- Aparentemente. Pueden elegir pero no lo hacen. La gente se aburre y sufre. Pensá en el aburrimiento. Normalmente te aburrirías esperando el turno del dentista mirando una revista con bocas podridas, o esperando en la cola del supermercado sin tu mp4. El problema es que la gente se aburre cuando tiene todo para no hacerlo. Se aburren en su tiempo libre. Trabajan todos los días como unos condenados y cuando llegan a su casa no tienen de qué hablar y se aburren. Eso no es elegir. Eso es vivir en un sistema de mierda superficial.
- Te viniste radical hoy.
- Lo que pasa es que Gustavo me tiene podrida. Y él es así: se aburre.
- ¿No serás vos la que está aburrida?
- Si, también. Todos estamos aburridos.
- En realidad tu aburrimiento es más bien producto de la evolución de la sociedad. Pensá que hace sólo 100 años estarías casada con Gustavo, con 11 hijos y comida horrible probablemente. Hoy en día, si querés, podés dejarlo.
- 2 o 3 de esos ya estarían muertos de meningitis o de "fiebres"-
- Cierto.
Asi seguimos largas horas en el Hipotálamo buscando las soluciones a todos los problemas. Primero los locales, luego los mundiales. Ahí nos volvemos unos malditos Heroes CNN.
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