La noche del 3 de Marzo fue la que terminó
en episodios desmesurados de fuerza bruta y efectos especiales en escena. En el escenario todo era rojo y naranja tipo brasa. Una mujer deambulaba por el rojo-naranja recinto contando historias de bacanales decadentes, sexo entre personas con jeringas incrustadas en los brazos, pañuelos Poison, bigotes y botellas medio vacías de Oyama.
A las 3 AM subió la banda con andar de película bélica, como esperando el inminente ataque del Vietcong, medio agachados, esquivando el humo y los colores vivos. Supuse que estarían cansados de toda esa estética fatalista. Una vez acomodado el batero, listo para golpear los palos y marcar el primer tema demoledor, el cantante dijo unas palabras sobre los nuevos jóvenes del metal. Ese mismo cantante que antes no veía más que caras totalmente concentradas en su ser y que ahora tenía que compartir la atención con los nuevos dispositivos de captura de audio y video. Por supuesto que el discurso fue harto conservador, perpetuador de las viejas costumbres del rock en general, poco interesante. El batero marcó...la música comenzó...y el portal se abrió. Volví a tener veintidos años, dos metaleras orgiásticas a mi lado, y la sensación de que el mundo no estaba enteramente controlado.
Una hora después La Fábrica ardía por la escena de la banda. No dejaban de transmitir una pequeña energía, otrora esperanza, El décimo-segundo tema fue el último que llegó a tener algo de repercusión masiva. Por supuesto que a mi fue el que menos me interesó. Mientras más se repite un tema en la radio menos me gusta. Para mi los temas se gastan y punto: tienen una x cantidad de escuchas. Fran y Marcesca, mis dos amigas del metal, estaban exultantes, enteramente de negro, todo ajustado a tope, y sensualidad que parecía visible en forma de halo violeta en sus caderas. Fran era la que estaba mejor pero yo pegaba onda con Marcesca porque una vez le mostré un super hematoma que tenía en el brazo producto de una mala extracción de sangre y le dije que me gustaba tener eso en el brazo, entonces se me tiró encima y cogimos.
5 AM. La banda tiró su último tema luego de haber vuelto dos veces. A mi eso del bis no me copa mucho.Me parece algo falso, pero puedo disfrutarlo. El grupo se fue ovacionado y arrancó The Forest de The Cure. Me sonó algo desencajado para la ocasión pero a veces simplemente ponen un DJ para salir del apuro. Igual mejor The Cure fuera de lugar que Senda Negra en su lugar. Cuando salimos intenté algo con Fran para ver que pasaba pero no había caso: cero onda. Debe pensar que soy un Cheguevararollingstone. Mientras íbamos a la parada escuchamos una explosión: era un trueno monstruoso. De inmediato la lluvia. Nadie tenía paraguas así que simplemente seguimos caminando al mismo paso, recibiendo el agua como lo haría un optimista agricultor de Bangladesh: con alegría. No sabíamos bien porqué, pero la lluvia nos cayó bien, al mejor estilo purificación. Llegamos a la parada mojados y cantando con alegría éxitos de Hermética.