El otro día estaba escuchando White Light - White Heat de la Velvet Underground y ahí estaba diciendo "Me encanta" aunque yo no la veía. Simplemente sentía esa voz. Por un rato creí verdaderamente en lo paranormal y luego descreí mientras agarraba una papa y me ponía a cocinar.
Hace una semana andaba caminando por Fernandez Crespo y empezó a caminar a mi lado. Me decía que dejara todo por ella. Me decía que no importaba, que nos íbamos a otro país, que arrancábamos para la isla y no volvíamos jamás. "Yo dejé los ABBA por el rock psicodélico" le dije. Después de esa taradez esperaba que me dejara tranquilo.
Hace dos semanas la ví a un par de metros. No sabía que decir. O sea, decía cosas pero en realidad quería decir otras, ustedes me entenderán supongo. Al rato apareció Pettinato y me empezó a taladrar la oreja. Hablaba muy rápido y no le entendí. Ella se iba ante semejante distracción. Es que a Pettinato le gusta llamar la atención y lo logra el motherfucker.
Hace tres semanas iba por Durazno escuchando un disco navideño de Phil Spector tremendamente colgado. Allí estaba parada en la puerta de la vieja Figari fumando un porro invitándome con una seca. Le dije que no porque estaba yendo a laburar. "Es que no desaparece..." pensé en audio latino.
En Mayo, durante mi cumpleaños estuvo toda la noche y compartimos una cama virtual. Lo hice para complacerla y que despareciese por un tiempo. Pero cuando empezó un tema viejísimo interpretado por los Stones "Honest I do" empezó a bailar con su vestido negro, micro en la mano, estilo karaoke. Luego arrancó Matchbox de Jerry Lee Lewis y la cosa empeoró. Yo ya no sabía que hacer con esta presencia asi que salí y me fui al Serrano a comprar cigarros. Había dejado de fumar pero las circunstancias ameritaban unas pitadas. Llegando a Peteroa me estaba esperando con una caja en la mano, el mismo vestido negro, y un mazo de cartas de Termidor, todo esto alrededor de una figura descomunal, la de la cama pero extrañamente más voluptuosa. Yo no entendía nada. Arrancamos por Peteroa para abajo como yendo a lo del Sanchez, conocido amigo de la familia Quezsa de Celiar y Ferrater Mora, en definitiva, un don nadie. Lo bueno fue que tenía porro asi que quedamos los tres relocos luego de probar su cogollo delicioso envuelto en una gran pipa de agua hecha con una botella de Guaraná de 2 litros. Era un armatoste pero al final pegó. Ella estaba siendo muy simpática con Sanchez, como preveía, asi que arranqué para mi casa como para cortar la torta, porque era mi cumpleaños don´t forget!
Hoy pensaba en todos estos hechos intrascendentes porque al final la extraño, la quiero, la necesito a mi lado aunque no hagamos nada, aunque no nos besemos, ni lo hagamos, solo estar, aunque cuando estás me molestás, no importa, quiero que vengas y me ofrezcas ese striptease que tantas vece rechacé. Estaré en Peteroa hasta las 18hs.
