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jueves, noviembre 22, 2012

El melómano no hace el Camino de Santiago...

El melómano no hace el Camino de Santiago...el melómano escucha los 1001 discos que hay que escuchar antes de morir. Hace un tiempo descubrí un sitio web rumano que tiene subidos los 1001 discos para escuchar online y vengo gozando muchísimo con este recorrido. A los músicos les recomiendo hacer esta travesía por todos los discos (al menos picarlos) para viajar en el tiempo y hacer grandes descubrimientos. Aquí quisiera dejar algunas obras que me transportaron por un rato.




Gunfight Ballads and Trail Songs de Marty Robbins. Este disco lo escuché mientras imaginaba que usaba un sombrero de paja y caminaba por el desierto estándar con cactus, lagartijas. Caminaba por el desierto mientras Marty Robbins cantaba a mi lado con su vestimenta negra. Recuerdo que me daba impresión su vestimenta porque con el sol que había se debía estar recagando de calor. Yo le recomendaba que usara una camisa blanca como hacen los centroamericanos y como hacía yo en mi visión. Él solo cantaba y no me miraba,



Phil Spector - A Christmas Gift For You
Gran disco navideño con Phil Spector y su arma apuntando a las chicas para que hagan lo que él dice. No hay mucho espíritu navideño en este proceso pero el público verá grandes cajas con regalos con personas contentas detrás de los mismos. Nunca ví un regalo americano blandito, en una bolsa, siempre en caja...un montón de cajas. Por un momento crees que el regalo es genial aunque después, dentro de la caja, haya un calzoncillo o un muñequito de adorno tocando el tambor con la camiseta de Wanderers. Las canciones son todas geniales y la primera es la mejor.


Fred Neil - Fred Neil. Este disco lo escuchaban los intelectuales de izquierda ingleses mientras hablaban de cómo cambiar el mundo. También lo escuchó Frank Zappa mientras pensaba qué hacer con su vida. El tema Everybody´s Talking es memorable pero The Dolphins, el tema que arranca el disco es también tremendo. Hay mucha melancolía detrás de esa guitarra de 12 cuerdas que usaba Fred Neil todo el tiempo. El tipo estuvo duro por varios años y durante ese período publicó este disco exquisito lleno de tristeza pero lindo para escuchar un jueves por la mañana.


Por acá me quedo. La sigo en otro momento...








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